Conseguir un ambiente confortable en nuestro hogar y reducir al máximo el consumo energético requiere conocer cuál es la temperatura adecuada para cada época del año, las características de la vivienda, así como del sistema de climatización con el que contemos.
También debemos tener en consideración que no es lo mismo la temperatura ideal para el día que por la noche. Igualmente, también depende de las personas que habitamos la casa, si hay personas mayores que se mueven poco, si hay niños o bebés, etc.
Las temperaturas óptimas para el día oscilan entre 20ºC o 21ºC, mientras que para la noche se rebajaría a entre 15 y 17º. Si hay bebés en casa estas temperaturas se incrementan dos o tres grados.
En general, las temperaturas óptimas de climatización y a las que debemos fijar los sistemas de refrigeración y calefacción de una casa son las siguientes:
- Temperatura ideal para una casa en invierno: fijaremos el termostato de la calefacción a no más de 21º.
- Temperatura ideal para una casa en verano: fijaremos el termostato de la refrigeración a no menos de 24ºC.
Además de la temperatura, otro factor importante para conseguir el nivel óptimo de confort en nuestra vivienda es el nivel de humedad.
Una de las mejores formas de ahorrar energía y reducir nuestro gasto en climatización es contar con un sistema que permita programar la temperatura de forma diferencial en cada estancia de la casa. De esta forma podemos crear ambientes confortables en cada zona según el uso que le demos. Por ejemplo, en invierno podemos dar más temperatura a los baños, o bajarla en aquellas habitaciones en las que no hagamos mucha vida.
Igualmente debemos considerar que por la noche se puede bajar la temperatura de la calefacción o incluso apagarla. En este último caso debemos programar de nuevo su encendido una hora antes de que nos levantemos.
En muchos hogares surgen disputas familiares por subir o bajar la temperatura del aire acondicionado (refrigeración) o subir la del sistema de calefacción. Las temperaturas que hemos recomendado son las que, en general, resultan más eficientes, y andar subiendo y bajando el termostato no es nada eficiente. Por eso si alguien tiene frío lo que debería hacer es abrigarse un poco más o echarse una mantita cuando está en el sofá. Hay muchas personas que consideran normal ir en manga corta por la casa en invierno; y si este es tu caso posiblemente estas derrochando mucha energía con tu calefacción.
Con la llegada del otoño comienzan la bajada de temperatura y debemos ir pensando en la puesta a punto de nuestros sistemas de calefacción. Como siempre, os recomendamos que contactéis con especialistas en sistemas de calefacción y aire acondicionado.
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