A todos nos preocupa cada día más el medio ambiente. A nuestro alrededor se van tejiendo redes de cuidado con el entorno que llegan cada vez a más sectores de manera que cuestiones como el consumo responsable de cara a dejar la menor huella de carbono posible con nuestras acciones son cada vez objetivos más importantes en los decálogos de actuaciones de las empresas. Pero no solo las empresas deben están involucradas en ello, también los consumidores debemos hacer ese esfuerzo por conseguir una mayor sostenibilidad ves ello tenga alguna repercusión en nuestros bolsillos.
El mundo de la climatización es uno de los sectores que más ha apostado por estos avances en la tecnología punta y comprometida. Y eso ha sido posible gracias en buena parte a la aerotermia. Estamos ante una tecnología de climatización (calefacción, aire acondicionado y agua caliente) que se revela como altamente eficiente, sostenible y barata. El coeficiente de rendimiento es la mejor manera de medir la eficiencia de una bomba de calor de manera que podemos comparar diversas tecnologías y saber la que mejor se adapta a esta sociedad cambiante. El COP se encarga de confrontar la energía eléctrica consumida por un aparato de calefacción para su funcionamiento frente a la energía térmica que aporta. La energía consumida y la aportada se expresan con la misma magnitud (kWh), de manera que un COP de 0,8 viene a indicar la obtención de 0,8 kWh de energía térmica por cada kWh de energía eléctrica consumida.
Es imposible crear energía desde la nada. Pero los milagros existen ya que la bomba de calor es capaz de conseguir sorprendentemente resultados superiores a la unidad hasta índices de 4. Pero ¿Cómo es posible esta conversión de 4 kWh por cada kWh consumido? La magia está en que la bomba de calor, al contrario de las calderas no está basada en transformar la energía, sino que la transporta. Si comparamos el rendimiento de la aerotermia con otros sistemas de climatización como las calderas de gasoil, de gas o los radiadores eléctricos veremos que la diferencia es abrumadora. Mientras que los sistemas tradicionales usan una combustión controlada para crear calor que calienta el agua que pasa por un circuito, perdiendo parte de la energía potencial, la bomba de calor,toma la energía térmica del propio aire y la traslada donde se la necesita. Como la energía la toma del aire el COP no es constante ya que varía en función de la diferencia entre la temperatura del aire exterior y la que deseemos obtener en el interior.
No se trata de una transformación energética ni de liberar la que toma de la red, sino que utiliza la electricidad para transportar la energía térmica del aire, que como sabemos es absolutamente limpia, está alcance de todo el mundo de manera gratuita y es inagotable. Sus componentes funcionan con una mínima cantidad de electricidad por lo que se aporta finalmente más energía de la que consume para su funcionamiento. El ahorro anual para un consumidor puede alcanzar hasta el 65% respecto a sistemas tradicionales. No cabe duda, pues de que se trata de una energía no contaminante, renovable, silenciosa y de mantenimiento muy sencillo a tener muy en cuenta por economía y por compromiso medioambiental.
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